Apareció otro síntoma alarmante: rastros de sangre en las heces. Como muchos, supuso que se trataba de hemorroides, una conclusión precipitada y a menudo errónea. Además, le molestaba la persistente sensación de evacuación incompleta después de cada vez que iba al baño. Signos aparentemente inocuos, pero potencialmente indicativos de una afección grave.
Dolor engañoso .
Radwah sentía molestias constantes debajo del seno derecho. Lo atribuía al sujetador: «Pensé que me apretaba demasiado». La realidad era muy distinta: este dolor localizado provenía de metástasis hepáticas.
El dolor atípico que no responde a los analgésicos convencionales y persiste en reposo siempre requiere atención médica inmediata.
Agotamiento constante: cuando la fatiga se vuelve anormal.
Entre los síntomas más difíciles de detectar, Radwah menciona esta fatiga extrema. A pesar de dormir toda la noche, se sentía constantemente agotada. Las siestas se hicieron más frecuentes, pero nunca le proporcionaban un verdadero alivio. Este tipo de fatiga, especialmente si se vuelve diaria, debe ser comunicada a un profesional de la salud
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